Rusia enfrenta la posibilidad de una guerra civil debido a las crecientes tensiones políticas, sociales y económicas, según un asesor del presidente Putin. La advertencia fue hecha por Alexander Kharichev, jefe de la Dirección Presidencial de Monitoreo y Análisis de Procesos Sociales.
Los rusos están sufriendo el aumento de los costos, ya que la inflación sigue siendo alta y los precios de los alimentos en particular están muy por encima de las tasas promedio. La economía está empezando a crujir bajo la presión de casi cuatro años de guerra mientras las empresas luchan por mantenerse a flote. Las quiebras y los despidos están en el horizonte a medida que el Kremlin prioriza las agendas políticas sobre las económicas.
Al mismo tiempo, se está recortando el gasto social y el Kremlin está invirtiendo miles de millones en el ejército.
Rusia también sufre una población cada vez menor y que envejece, con más de un millón de víctimas de la guerra, la mayoría de ellas hombres en edad de trabajar.
En un artículo publicado en una revista estatal, un sociólogo del Kremlin identificó la posibilidad de una guerra civil como uno de los cinco principales desafíos que enfrenta Rusia.
Advirtió sobre las divisiones sociales, las divisiones internas y la pérdida de la capacidad de Rusia para luchar por su supervivencia.
También destacó la cuestión de la disminución de la población y la disminución de la confianza pública en el gobierno.
“Hemos experimentado algo así al menos dos veces en la historia, en el siglo XVII y en el siglo XX”, escribió. “¿Y quién puede decir que algo como esto nunca volverá a suceder? Las causas podrían ser cualquier cosa, desde tensiones étnicas o religiosas hasta conflictos generacionales o de riqueza”.
En un artículo publicado en abril titulado “Rusia civilizada”, Kharchev advirtió sobre la “pérdida de unidad interna” y la “fragmentación de la sociedad”.
“Los ejemplos históricos, desde tiempos turbulentos hasta las revoluciones del siglo XX, demuestran claramente que cuando las sociedades están divididas, el estatus de las naciones está amenazado”, afirmó.
“Las contradicciones pueden ser diferentes: sociales, políticas, morales, espirituales, etc., pero el resultado es siempre el mismo: un país dividido se convierte en presa fácil de fuerzas externas”.
La advertencia se produce después de que una encuesta interna del Kremlin mostrara que la mayoría de los rusos dicen ahora que están hartos de la guerra en Ucrania y quieren que termine lo antes posible.


