Los programas de alimentación escolar (SFP) cubren 388 millones de niños en 161 países como una política pública importante para mejorar la nutrición y el desarrollo infantil en todo el mundo. Los indicadores estáticos como la altura, el peso y el índice de masa corporal (IMC) han estado dominados durante mucho tiempo en las evaluaciones tradicionales. Sin embargo, estos datos no pueden reflejar completamente el estado de salud dinámico del niño, incluida la función cardiopulmonar y la fuerza muscular.
Recientemente, un estudio dirigido por el profesor Qiran Zhao de la Universidad de Economía y Gestión de la Universidad de Agricultura de China ha incorporado pruebas de aptitud física en sus sistemas de evaluación por primera vez. Al analizar el efecto de implementación del Programa de Mejora de Nutrición de China (NIP) en estudiantes de educación forzada rural, este estudio ofrece una nueva perspectiva sobre la optimización de SFP en todo el mundo, particularmente en los países africanos. Los artículos relacionados se publicaron en la frontera de la ciencia y la ingeniería agrícola (DOI: 10.15302/j-fase-2025611).
Este estudio superó a 400,000 estudiantes de escuela primaria y secundaria en el condado de Luyan, provincia de Henan, como una muestra de estudio que cubre los resultados de las pruebas de estado físico, peso y de aptitud física, así como indicadores de salud para estudiantes rurales y urbanos.
Los resultados mostraron que la participación en el NIP promovió significativamente el desarrollo de altura y peso en niños rurales. De 2016 a 2020, el puntaje de Edad Z (HAZ) para estudiantes rurales aumentó de 0.10 a 0.35, y el puntaje de la edad Z (BMI-Z) aumentó de -0.02 a 0.17. La brecha de crecimiento entre los niños urbanos y rurales continuó reduciendo. Más notablemente, el rendimiento de la prueba de aptitud física de los estudiantes rurales fue consistentemente superior al rendimiento de la prueba de aptitud física de los estudiantes urbanos, y este beneficio se expandió con un mayor tiempo de participación.
Este estudio encontró que aunque el IMC de los estudiantes rurales aún era más bajo que el de los estudiantes urbanos, sus beneficios sostenidos en las pruebas de aptitud física indican que la nutrición racional no solo respalda el crecimiento sino que también mejora la función física. Por ejemplo, en 2020, las tasas de obesidad entre los estudiantes rurales fueron significativamente más bajas que las de los estudiantes urbanos, y las tasas de prevalencia de delgadez fueron 1.5% -2.9% más bajas que las de los estudiantes urbanos. Esto indica que Mordera equilibra el riesgo de desnutrición y evita el riesgo de obesidad. Los datos de seguimiento a largo plazo revelaron que el impacto del programa de alimentación fue acumulativo. Esta ocurrencia concurrente de “recuperación de crecimiento” y “mejora funcional” respalda la necesidad de integrar evaluaciones de salud dinámicas en intervenciones nutricionales.
África es una región importante de los SFP globales. Actualmente, nueve países, incluidos Etiopía y Ghana, han establecido programas a nivel nacional, pero generalmente enfrentan desafíos como la baja calidad de la dieta y las métricas individuales. La experiencia china proporciona soluciones específicas a estos problemas.
Este estudio señaló que los países africanos pueden aprender de las pautas de nutrición estandarizadas de China. El NIP asegura que los estudiantes obtengan nutrición equilibrada al aclarar su composición diaria de la dieta, y este modelo puede mejorar la situación de “micronutrientes inadecuados” en los almuerzos escolares en África. En segundo lugar, es necesario establecer un sistema de evaluación integral que incluya pruebas de aptitud física. Además, combinar modelos “caseros”, como el enfoque ghanés de comprar productos de pequeños agricultores, permite a SFP promover simultáneamente tanto la salud infantil como la economía comunitaria.
Este estudio confirma que el impacto de SFP en los niños está mucho más allá de los indicadores de crecimiento, y las pruebas de aptitud física deben ser una dimensión central de la evaluación. Los datos de los programas de alimentos globales muestran que invertir en programas de alimentación efectivos para cada dólar estadounidense puede generar rendimientos de hasta US $ 9. La inclusión de las evaluaciones físicas de aptitud física permite a los responsables políticos optimizar con mayor precisión las estructuras dietéticas y asignar recursos. Para los países africanos, esta no es solo una solución técnica para mejorar la nutrición para los niños, sino también una herramienta importante para romper el ciclo de “pobreza-malnutrición-educación inversa” a través de intervenciones de salud.