Los rastreadores de actividad física y los relojes inteligentes se han convertido en dispositivos esenciales para muchas personas, pero una nueva investigación está generando serias preocupaciones sobre su seguridad.
Un estudio reciente de la Universidad de Notre Dame revela que las bandas de estos populares dispositivos portátiles pueden exponer a los usuarios a sustancias perfluoroalquiladas (PFAS), también conocidas como “sustancias químicas permanentes”.
Estas sustancias están asociadas con diversos riesgos para la salud y persisten en el medio ambiente durante décadas.
Siempre usando productos químicos en las bandas de fitness
El estudio probó 22 relojes inteligentes y pulseras de actividad física de diferentes marcas y rangos de precios comprados en Estados Unidos.
Los investigadores encontraron que nueve de las bandas tenían niveles elevados de ácido perfluorohexanoico (PFHxA), un tipo específico de PFAS. Curiosamente, las bandas con un precio superior a 15 dólares tienen más probabilidades de tener niveles más altos de PFHxA.
Graham Peasley es coautor del estudio y profesor emérito de la Facultad de Física y Astronomía.
“Lo más sorprendente que encontramos en este estudio fueron las concentraciones muy altas de un solo PFAS, y algunas muestras superaban las 1.000 ppb de PFHxA, cifra mucho más alta que la mayoría de los PFAS que hemos observado en productos de consumo”, afirmó el profesor Peasley. .
Este es el primer estudio sobre la contaminación química permanente en productos de consumo portátiles.
¿Por qué las bandas de fitness contienen productos químicos?
Los PFAS son productos químicos que se utilizan comúnmente en la fabricación para fabricar materiales resistentes al agua, el calor y las manchas. Las correas de los relojes inteligentes y los rastreadores de actividad física suelen estar hechas de fluoroelastómero, un tipo de caucho sintético.
Este material está diseñado específicamente para resistir el sudor, el sebo y las lociones, lo que lo hace ideal para productos portátiles. Sin embargo, existen importantes inconvenientes en el uso de PFAS.
Estos productos químicos son muy estables y tienen una estructura casi indestructible, por lo que no se descomponen de forma natural. Como resultado, permanecen en el medio ambiente durante décadas, contaminando el suelo y el agua.
Además, las PFAS pueden acumularse en organismos vivos, lo que con el tiempo genera posibles riesgos para la salud. Si bien esta durabilidad es beneficiosa para el producto, plantea serios desafíos tanto para la salud humana como para la seguridad ambiental.
Identificar los químicos en diferentes bandas de fitness.
En el laboratorio del profesor Peasley, los investigadores analizaron las bandas mediante análisis de haz de iones de emisión de rayos gamma inducidos por partículas y espectrometría de masas en tándem con cromatografía líquida.
Estos métodos determinaron el contenido total de flúor, un indicador importante de la presencia de PFAS, y ayudaron a identificar tipos específicos de PFAS.
El estudio clasificó las bandas en tres grupos de precios: barato (menos de $15), rango medio ($15-$30) y caro ($30 y más). Los hallazgos fueron sorprendentes.
Bandas caras: Las tres contenían niveles de fluoruro bastante altos. Bandas de rango medio: 12 de 14 analizados tenían concentraciones altas de flúor. Bandas baratas: El fluoruro en las cinco fue insignificante, con niveles inferiores al 1%.
“De las 22 bandas que probamos, 15 tenían un alto porcentaje de concentración total de flúor y nueve contenían PFHxA”, dijo Alyssa Wicks, autora principal del estudio. “Otros utilizaron otros tensioactivos no identificados que no estaban incluidos en nuestros análisis específicos”.
Preocupaciones de salud relacionadas con las PFAS
La exposición a las PFAS se ha relacionado con una serie de problemas de salud, entre ellos:
Desequilibrios hormonales e inmunosupresión Retrasos en el desarrollo de los niños Presión arterial alta durante el embarazo Bajo peso al nacer y pubertad acelerada Mayor riesgo de cáncer, especialmente de riñón y testículo
El estudio también destaca lagunas en nuestra comprensión de cómo las PFAS pasan de los productos al cuerpo humano. Las sustancias químicas pueden transferirse a través del contacto con la piel, el polvo y el aire, lo que convierte a los dispositivos portátiles en una fuente importante de exposición.
“Hasta la fecha, se han publicado muy pocas investigaciones sobre la absorción transdérmica de PFAS”, dijo Wicks. “Se necesita más investigación para comprender mejor cómo las PFAS atraviesan la piel”.
Las bandas de fitness aumentan la exposición a sustancias químicas
Según un estudio de Pew Research de 2019, aproximadamente 1 de cada 5 estadounidenses usa una pulsera de reloj inteligente o un rastreador de actividad física todos los días. Teniendo esto en cuenta, se justifica realizar más investigaciones ya que es posible una exposición química permanente.
Los usuarios utilizan estos dispositivos durante una media de 11 horas al día, lo que aumenta el contacto prolongado con la piel.
“Este resultado sugiere que se necesita una investigación más exhaustiva para probar los niveles a los que están expuestos los usuarios de bandas de PFAS”, dijo el profesor Peasley.
se necesita más investigación
Este estudio sirve como una llamada de atención para que los fabricantes y reguladores reevalúen los materiales utilizados en los productos de consumo.
Aunque los fluoroelastómeros aumentan la durabilidad, pueden plantear riesgos para la salud no deseados. Se necesitan más investigaciones para investigar el alcance de la exposición a PFAS de los dispositivos portátiles y encontrar alternativas más seguras.
Heather Whitehead, graduada de la Universidad de Notre Dame y coautora del estudio, dijo que los hallazgos resaltan la importancia de abordar la contaminación por PFAS en los productos cotidianos.
Los consumidores deben mantenerse informados sobre las sustancias químicas en las bandas de sus rastreadores de actividad física y relojes inteligentes. A medida que avanza la investigación, es importante equilibrar la funcionalidad y la seguridad.
Este estudio destaca la necesidad de una mayor conciencia y regulaciones más estrictas para minimizar la exposición a sustancias peligrosas como las PFAS.
El estudio se publicará en la revista Environment Science & Technology Letters.
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