Esto sugiere que la humildad puede ser una poderosa herramienta de comunicación para aquellos con influencia que de otro modo parecen “fuera de su alcance”.
¿Por qué es importante?
Los Fitfluencers confían en su apariencia como una forma de derecho. Un físico cincelado demuestra experiencia en salud y bienestar. Pero el compromiso es algo más que lo bien que alguien se ve ante la cámara. Lo que importa es si tus seguidores se sienten conectados contigo.
Aquí es donde entra en juego la relevancia. Los espectadores se conectan con fitfluencers que se sienten como versiones reales y accesibles de sí mismos. Pero la atracción extrema hace lo contrario: convierte las metas alcanzables en ideales imposibles y aleja lo que debería ser inspirador.
Este efecto es consistente con la teoría clásica de la comparación social. Las personas se juzgan a sí mismas por sus relaciones con los demás. Si la brecha entre usted y un fitfluencer parece demasiado grande, las comparaciones pueden resultar desmotivadoras y desmotivadoras. En otras palabras, cuanto más “perfecto” parece un fitfluencer, menos creen sus seguidores que puede ser como él de manera realista y es menos probable que se involucren.
Las plataformas de redes sociales también están ganando atención. Hoy en día, TikTok, Snapchat y otros medios de comunicación están construyendo su atractivo sobre la base de contenido sincero y auténtico en lugar de imágenes pulidas y retocadas. En esta nueva situación, la perfección puede ser un inconveniente.
Nuestra investigación muestra que, si bien el glamour extremo puede atraer la atención, puede socavar la verdadera moneda de la economía de los influencers: la conexión. Para las marcas y los creadores, está claro que el éxito puede depender menos de verse perfecto y más de sonar auténtico.
¿Qué sigue?
Nuestros hallazgos plantean nuevas preguntas sobre cómo las formas de belleza influyen en línea.
Por ejemplo, el género parece importar. En un estudio de seguimiento, las mujeres influyentes en el fitness muy atractivas enfrentaron una reacción más fuerte que los hombres igualmente atractivos, tal vez reflejando una tendencia social más amplia hacia juzgar la apariencia de las mujeres con mayor dureza. Investigaciones futuras podrían examinar si se aplican sesgos similares a otras características observables, como la raza o la discapacidad.
El impacto puede extenderse más allá del fitness. Es probable que las industrias creadas en torno a la apariencia, como la moda, la belleza y el contenido de estilo de vida, muestren el mismo patrón.
Finalmente, no todos los espectadores responderán de la misma manera. Las personas nuevas en el mundo del fitness o los usuarios más jóvenes que todavía están formando su identidad pueden ser especialmente propensos a ser comparados negativamente con fitfluencers muy atractivos. Comprender estas diferencias puede ayudar a los creadores y las plataformas a fomentar una participación más saludable en línea.
Justin Palmer contribuyó con la investigación de este artículo cuando era estudiante universitario.
Andrew Edelblum es profesor asistente de marketing en la Universidad de Dayton y Abby Frank tiene un doctorado. Candidato en la Lundquist College of Business de la Universidad de Oregon.
Este artículo se vuelve a publicar desde The Conversation bajo una licencia Creative Commons. Lea el artículo original.


