Cualquiera que haya experimentado la soledad sabe cuán profundamente y personalmente se siente. Cuando no se satisfacen nuestras necesidades sociales y emocionales, nos sentimos solos. Por esta razón, la investigación psicológica a menudo se centra en soluciones a nivel individual, alentando a las personas a cambiar sus percepciones y comportamientos a través del tratamiento. Sin embargo, este enfoque pierde el corazón del problema. No es una conexión significativa con otras personas.
Es correcto preocuparse por la alta tasa de soledad entre los jóvenes, especialmente dados los efectos negativos de la severa soledad en la salud física y mental. Algunos argumentan que la tecnología se trata de culpar y señalar la mayor cantidad de tiempo dedicado a los teléfonos móviles y las redes sociales.
La investigación muestra que el alto uso de Internet está relacionado con la magnitud de la soledad, pero la orientación de esta relación sigue siendo desconocida. ¿Están los jóvenes solos porque están en línea o se sienten solos en línea?
Internet no tiene interacciones sociales. De hecho, la investigación sugiere que las actividades en línea entre los jóvenes a menudo reflejan el comportamiento fuera de línea, especialmente cuando se trata de comunicarse con amigos para la conexión. Esto complica la idea de que la tecnología por sí sola es responsable.
En lugar de poner toda responsabilidad a aquellos que sufren de soledad, debemos analizar las soluciones sociales. Esto no significa que las intervenciones psicológicas no tengan valor. Los tratamientos como la terapia cognitiva conductual (TCC) y la capacitación en habilidades sociales son particularmente efectivos en casos de soledad severa.
Sin embargo, estos enfoques no han sido universalmente exitosos. Son caros, requieren profesionales capacitados, y las mejoras resultantes a menudo son de corta duración.
En contraste, las soluciones sociales proporcionan impactos más amplios y sostenibles. Estos pueden considerarse de dos maneras principales: crear un espacio para conexiones sociales significativas y abordar las condiciones sociales subyacentes que conducen a la soledad.
La soledad es una experiencia subjetiva, pero las conexiones sociales son más específicas. Se refleja si hay personas en las que podemos confiar, si nos sentimos apoyados y la calidad de nuestra relación. En este sentido, las conexiones sociales pueden ser un antídoto contra la soledad.
Reducir los espacios públicos aumentará la soledad
Sin embargo, las oportunidades de conexión se han reducido. En el Reino Unido, se han eliminado cientos de millones de libras de los servicios juveniles, y entre 2011 y 2021 la mitad de todos los clubes juveniles se cerraron. Al mismo tiempo, los costos de vida globales apenas se quedan al final del mes para muchos jóvenes, incluso trabajos a tiempo completo.
Mientras tanto, el “tercer espacio”, un lugar fuera de la casa, la escuela o el lugar de trabajo donde las personas pueden conectarse, se ha ido. Los cafés y bares son demasiado caros, pero las bibliotecas públicas y los espacios comunitarios se están cerrando rápidamente debido a la falta de fondos. En este contexto, no es sorprendente que los jóvenes pasen más tiempo socializando en línea.
Tomar un enfoque social también significa reconocer la desigualdad que da forma a cómo se experimenta la soledad. No somos solo personas que toman decisiones aisladas. Somos parte de la comunidad y nuestro sistema. Y para muchos, problemas estructurales como la alienación y la discriminación juegan un papel en la experiencia de la soledad.
Los jóvenes de entornos marginados, incluidas las familias de bajos ingresos y aquellos que se identifican como LGBTQ+, tienen un riesgo significativamente mayor de soledad. Los investigadores argumentan que la exclusión y la discriminación contribuyen a esto, no a los déficits individuales.
Es por eso que algunas personas les piden que comprendan las causas de la soledad en todos los niveles, desde las características personales hasta las actitudes sociales hasta el diseño del vecindario y la comunidad.
Si desea reducir la soledad en los jóvenes, no solo busca tratamiento médico ni solo les ordena que usen menos teléfonos móviles. Se necesita la inversión pública en espacios que promueven conexiones, y se necesitan problemas estructurales más amplios que hacen que algunos jóvenes sean particularmente vulnerables. Centrarse únicamente en individuos solitarios no es suficiente, especialmente para aquellos que enfrentan las barreras más profundas para la pertenencia.