La decisión del presidente Joe Biden de bloquear la propuesta de adquisición de U.S. Steel por parte de Nippon Steel podría tener implicaciones significativas para Pensilvania y la industria del acero.
El presidente electo Donald Trump ya había dicho que abandonaría el acuerdo cuando asuma el cargo a finales de este mes para evitar que empresas extranjeras compren el negocio con sede en Pittsburgh.
US Steel emplea a miles de personas en sus plantas y oficinas en Pensilvania, donde reside aproximadamente el 10% de los trabajadores siderúrgicos del país.
La administración se centra en mantener la empresa bajo propiedad estadounidense, por lo que la intervención de Biden podría significar seguridad laboral a corto plazo para ellos.
Pero esto no resuelve los problemas de US Steel. La compañía dice que necesita recursos financieros para mejorar sus plantas y satisfacer la demanda mundial de acero.
Biden citó el viernes la autoridad presidencial bajo la Ley de Producción de Defensa de 1950 para ordenar el bloqueo de la propuesta de adquisición de U.S. Steel por parte de Nippon Steel por 14.900 millones de dólares, diciendo que la industria del acero es “crítica para una cadena de suministro resistente”.
Sin embargo, Nippon Steel y U.S. Steel han concedido excepciones a esta orden.
En una declaración conjunta, US Steel y Nippon Steel dijeron que “lamentan” la decisión de Biden y la calificaron como “una clara violación del debido proceso y de las leyes que rigen al CFIUS”.
Las compañías dijeron que bloquear la venta les negaría miles de millones de dólares en inversiones planeadas en Estados Unidos y prometieron tomar “todas las acciones apropiadas para proteger sus derechos legales”.
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