En su audiencia general el miércoles, el Papa Leo reflexiona sobre la palabra “preparación” y cómo es invitado a preparar la Eucaristía en los momentos cotidianos de su vida “tratando de eliminarnos, reducir nuestras demandas y crear expectativas poco realistas”.
Por Kirse Gussy
Durante la audiencia general el primer miércoles de agosto, el Papa Leo XIV decidió mirar hacia atrás en los misterios de la pasión, muerte y resurrección de Jesús. Primero, invitó a todos a meditar en la palabra “preparación”. Esto “parece simple, pero tiene los preciosos secretos de la vida cristiana”.
El amor no es un impulso repentino
En el Evangelio de Mark preparado para la Pascua, los 12 apóstoles le hacen a Jesús una pregunta muy práctica. El Papa Leo señaló que saben que las cosas importantes van a suceder, y como resultado recibieron una respuesta muy simbólica de Jesús: “Ve a la ciudad, y un hombre te conoce y lleva agua”.
El hombre que sostiene la botella, la habitación ya preparada, el anfitrión desconocido: todo ya está preparado de antemano. Jesús ya había arreglado todo para sus discípulos. Esto muestra que el Papa explicó que el verdadero amor “no es una consecuencia de una coincidencia, sino una consecuencia de una elección consciente”. El amor exige preparación. La decisión de Jesús de soportar su pasión es un ejemplo de esta elección que es gratuita y encantadora.
El Papa Leo enfatizó que esto debería ser una fuente de consuelo para nosotros.
Dios está preparando un lugar para nosotros
Continuando con el simbolismo del pasaje del Evangelio, la habitación ya preparada revela el hecho de que Dios está allanando el camino para nosotros. “Antes de darnos cuenta de que necesitamos ser bienvenidos, el Señor ya ha hecho un espacio para nosotros que podemos reconocernos y sentirnos como nuestros amigos”.
Cada uno de nosotros puede encontrar este espacio, especialmente para el individuo en nuestros corazones.
Aunque Jesús ya había preparado todo para la Pascua del Evangelio, todavía les pidió a los apóstoles que hicieran su parte. Esto nos insistió en que el Papa nos enseña lecciones esenciales para nuestra vida espiritual.
La preparación no es comparable a la fantasía
El Papa Leo recordó a los peregrinos en la Plaza de San Pedro que también tenemos una “cena para preparar”. Más allá de la liturgia, la Eucaristía tiene un lugar en nuestra vida diaria. Y debemos dejar espacio para experimentar todo como un Día de Acción de Gracias.
Para hacer esto, el Papa instó a todos a eliminar las cosas en sus vidas que las están obstaculizando. Sin embargo, también advirtió que había confundido los preparativos con la ilusión y que creía que lo que estaba preparado significaría ser engañado. La ilusión distrae, pero la preparación nos guía. Jesús nos dio un ejemplo de esto mientras preparaba un “comandante para los discípulos” durante su ministerio.
También nos llaman “preparar la Pascua”. Como el Papa Leo les recordó a todos en la plaza, esto significa no solo prepararse para las masas, sino también convertirse en un momento de nuestra vida cotidiana. Esto puede significar que está listo para dar su primer paso o dejar de esperar a que otros cambien.
Y cuando decidimos aceptar el llamado de Dios para prepararse para la comunión con Dios, no estábamos solos, enfatizó el Papa. “Descubrimos que estamos rodeados de letreros, encuentros y palabras que nos llevan a esa habitación. Es espacioso y ya preparado.