A medida que nos acercamos al año 2025, la industria de la gestión de viajes corporativos está al borde de un cambio importante. Esta evolución, plasmada en la “soberanía del servicio”, significa un cambio hacia el apoyo a las empresas con soluciones personalizadas basadas en datos que les brinden un mayor control sobre sus servicios de viajes.
De la plataforma a la soberanía
Hasta ahora, las empresas de gestión de viajes y las herramientas de reserva online han sido plataformas esenciales para los viajes corporativos, especialmente para las medianas y grandes empresas. Estas plataformas tienen gestión de viajes centralizada, gastos consolidados y procesos optimizados en todas las unidades de negocios y países. Este enfoque ha permitido a las empresas gestionar eficazmente los gastos de viaje, mantener el cumplimiento y proporcionar estándares de atención corporativos.
Sin embargo, este modelo tenía limitaciones. Creó dependencias, flexibilidad limitada y, a menudo, “gestionó” en lugar de abordar realmente diversas prioridades. Por ejemplo, las reservas realizadas directamente con proveedores u otros agregadores fueron etiquetadas como “fuera del canal” a pesar de que potencialmente brindaban un mejor servicio. Es posible que los viajeros de pequeños países europeos necesiten reservar trenes nacionales o encontrar hoteles más asequibles por su cuenta. Me pregunto por qué los vuelos reservados a través de estas plataformas son más caros y conllevan tarifas de servicio adicionales que en sitios públicos como Google Flights.
La llegada de los servicios como software
La soberanía del servicio desafía este modelo centralizado al liberar a las empresas de las limitaciones tradicionales y permitirles personalizar las soluciones de viajes según sus necesidades únicas. Un avance fundamental es la aparición del “software como servicio”, que es diferente del tradicional “SaaS” o “software como servicio”. Este enfoque nos permite evitar la necesidad de plataformas tradicionales y ofrecer servicios digitales directamente a las empresas. En una situación ideal, el software proporcionaría servicios de forma autónoma, sin depender de la interacción del usuario.
Independientemente de la plataforma utilizada, los proveedores que admiten programas centralizados como software competirán eficazmente con TMC y OBT. Empresas como Oversee y TripBam (adquirida por Emburse), que fueron pioneras en la protección de precios a través de servicios basados en datos, ejemplifican este cambio. Todavía no es completamente soberano, ya que algunas integraciones dependen de TMC, pero la capacidad de cambiar digitalmente los segmentos de viajes sin el procesamiento de TMC lo convierte en un proveedor de servicios autónomo en el que estoy.
Esta tendencia se refleja en proveedores digitales de gestión de riesgos de viajes de primera generación, como Safeture y Riskline, gestión de emisiones de alcance 3 de Thrust and Squake, servicios de gestión de comportamiento como signol y productos de cumplimiento de visas y movilidad como VisaHQ y Workflex.
La mayoría de las empresas todavía dependen de la interacción del usuario para obtener valor de sus sistemas. Y hasta ahora, hemos confiado en TMC y OBT para proporcionar datos de viaje. Como tales, son principalmente complementos de las plataformas de viajes, pero con esfuerzo y las condiciones adecuadas, los servicios se pueden ofrecer directamente como software, especialmente si se asocia con expertos en ingesta de datos de viajes como PredictX o Grasp.
catalizador para el cambio
La COVID-19, las nuevas realidades de la capacidad de distribución y las estrategias de distribución directa de los proveedores han expuesto vulnerabilidades en los modelos TMC y OBT y han provocado una reevaluación de sus funciones. La pandemia ha puesto de relieve las deficiencias en el servicio y las tensiones financieras, mientras que NDC ha interrumpido los flujos de ingresos y ha aumentado las reservas y las “fugas” “fuera del canal”.
Cambiar la plataforma de las soluciones para agentes y viajeros es complejo y costoso. Combinado con una demanda creciente de diversas opciones de transporte, capacidades mejoradas de autoservicio y la sostenibilidad de los viajes gestionados, los modelos de plataforma se están poniendo al día. El panorama de contenidos y servicios de valor añadido se está fragmentando. Ni TMC ni OBT pueden afirmarse como la fuente definitiva de verdad sobre los viajes, creando espacio para una innovación sin precedentes.
Los avances en el aprendizaje automático y la inteligencia artificial han reducido las barreras para incorporar servicios digitales que capturen reservas de viajes en tiempo real y agreguen valor a las unidades de negocios, los países y los viajeros. Esto libera a los actores digitales de la carga de los modelos comerciales establecidos y les permite superar las plataformas establecidas.
Es posible que los verdaderos agentes autónomos para servicios integrados como software no lleguen en 2025, pero la soberanía de los servicios está aumentando. Busque proveedores de servicios más especializados que vendan directamente a grandes empresas en lugar de integrarse en plataformas de viajes. Además, busque empresas que se alejen de la dependencia tradicional de TMC y asigne roles como arquitectos comerciales y orquestadores de servicios dentro de la gestión de viajes para integrar y gestionar diversos servicios.
¿Evolución o revolución? La evolución gana en los viajes corporativos. He aquí por qué…
Con el aumento de la soberanía de los servicios en 2025, esto representa un cambio fundamental en la forma en que las empresas abordan la gestión de viajes, ofreciendo oportunidades para quienes están listos para adaptarse y quienes se aferran a los modelos tradicionales. Presentará riesgos para las empresas.
Sin embargo, la transición se producirá por etapas. Los contratos TMC y OBT suelen tener una duración de 3 a 5 años, lo que ralentiza el ritmo del cambio, ya que las empresas se mantienen cautelosas a la hora de duplicar el gasto. Muchos administradores de viajes corporativos carecen de los recursos o la influencia para tomar decisiones audaces y poco convencionales.
La pregunta sigue siendo: ¿Cómo responderá la industria? ¿TMC y OBT colaborarán con innovadores y los integrarán en sus procesos (modelo abierto) o desarrollarán sus propias soluciones de servicio como software (modelo cerrado)? ¿Qué jugadores elegirán qué camino y sus clientes? Sólo podemos especular sobre cómo? la voluntad reaccionará.