ROANOKE, Virginia (WDBJ) – Como muchos niños con trastorno por déficit de atención e hiperactividad, Nathan Wilson, de 14 años, alguna vez tuvo problemas para concentrarse.
“Algunos de los problemas que notamos fueron problemas de atención, no tanto hiperactividad, sino más atención y atención a los detalles”, dice Jamie Wilson, la madre de Nathan.
Wilson estaba buscando una manera de ayudar a su hijo y la encontró dentro de los muros de Lost Boys Strength and Conditioning.
Ese es el lado físico del asesoramiento sobre el TDAH en Roanoke Valley.
Nathan entrena en el gimnasio dos veces por semana y explica qué es lo que más le gusta de ello.
“Tal vez simplemente conocer a otras personas o hacer ejercicio y recuperar algo de energía. Tengo algo que hacer por la tarde, así que no estoy sentado todo el día”, dice Nathan.
La investigación demuestra que hay algo de eso.
La terapia con ejercicios ayuda a liberar energía, lo que mejora la concentración y el comportamiento.
Ya sea que estés corriendo o levantando pesas, es una fórmula que funciona, explica el consejero profesional certificado Gabriel Villarreal.
“Nuestro criterio cuando nuestros niños vienen aquí es lograr que su frecuencia cardíaca alcance el 90 por ciento de su frecuencia cardíaca máxima, que es muy alta. Y lo que hace es que cuando alcanzan esa frecuencia cardíaca máxima, sus cerebros se deshacen de todos los neuroquímicos que las drogas normalmente producen, y obtienen dopamina, norepinefrina, serotonina y todas las cosas que los ayudan a mantenerse concentrados”, dice Villarreal.
Garst, el hijo de 15 años de Elizabeth Ferguson, asiste aquí a clases de fitness desde hace unos dos años.
Continúa entrenando solo.
“Por ejemplo, durante el verano, si estamos de vacaciones, él entrena a una hora determinada cuando se supone que debe estar en el gimnasio”, dice Ferguson.
Esforzarse físicamente también ha ayudado a Garst en el aula.
“Académicamente hablando, no le gusta la escuela, pero lo está intentando, aunque antes estuvo a punto de darse por vencido”, dice Ferguson.
En el pasado, se consideraba ampliamente que el TDAH era un trastorno “masculino”.
Pero desde el COVID-19, los expertos se han dado cuenta de que muchos casos en mujeres han sido diagnosticados erróneamente como ansiedad o depresión.
“Y ahora las niñas, las mujeres y las madres están notando los síntomas, son sutilmente conscientes, quieren hacerse la prueba y dicen: ‘Sí, definitivamente tienes TDAH'”, dice Villarreal.
Ahora trabaja para educar a la gente sobre cómo el TDAH afecta a niños y niñas.
A finales de este mes, Villarreal organizará “Conversaciones comunitarias: comprender el TDAH en niñas y mujeres”.
Se llevará a cabo el martes 21 de octubre de 6:00 p. m. a 7:30 p. m. en el salón de actividades de la escuela comunitaria de Roanoke. El cuidado de niños es limitado.
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