WASHINGTON— La Corte Suprema anunció el viernes que escuchará el caso de Oklahoma para determinar si el estado debe constituir escuelas religiosas como públicas.
Una nueva demanda entre la Iglesia y el Estado podría resultar en una decisión importante que podría cambiar la mayoría de las escuelas públicas en todo el país.
Los Ángeles y otras grandes ciudades han liderado el camino en el establecimiento de escuelas charter como una opción para los estudiantes.
Se trata de escuelas públicas privadas, pero hasta ahora, por ley, no podían estar afiliadas a ninguna secta o iglesia.
La mayoría conservadora de la Corte Suprema podría considerar esto como una discriminación contra la religión.
La apelación, concedida el viernes, sostiene que excluir a las escuelas religiosas de las escuelas charter financiadas con fondos públicos viola las protecciones de la Primera Enmienda para el libre ejercicio de la religión.
Es probable que el tribunal escuche los argumentos en el caso de la Escuela Virtual Católica de Sevilla St. Isidore v. Drummond a finales de abril.
El caso tiene una historia accidentada en Oklahoma. La Catedral Católica de la ciudad de Oklahoma solicitó y recibió la aprobación inicial para establecer St. Isidore como una escuela autónoma religiosa virtual.
Pero el fiscal general del estado y la Corte Suprema del estado dijeron que la constitución del estado no permite la financiación pública de las escuelas religiosas.
Los defensores de la nueva escuela apelaron ante la Corte Suprema de Estados Unidos.
Desde 2017, el presidente del Tribunal Supremo, John G. Roberts Jr., ha liderado el tribunal en una serie de fallos que sostienen que las iglesias y las organizaciones dirigidas por iglesias no pueden ser excluidas del interés público porque son religiosas.
Los jueces allanaron el camino para que los padres enviaran a sus hijos a escuelas religiosas en Montana y Maine.
Citando estas decisiones, los defensores de los derechos religiosos argumentan que Oklahoma debería permitir que las escuelas católicas califiquen para escuelas charter financiadas por el estado.
La jueza Amy Coney Barrett dijo que no participó en la decisión de conocer el caso. Ella no explicó por qué.