Fuera de la medicación, el estado físico y la actividad física juegan un papel importante en mi vida. Mantenerse activo ha cambiado mi perspectiva general de la vida. Y creo que puede hacer lo mismo por cualquiera.
La fitness es mi base para mantener la salud física y mental. Mi viaje comenzó con el tenis, un deporte que he amado durante años. Como ávido jugador de la Usta League, juego dobles y singles 2-3 veces a la semana.
El tenis es más que un juego para mí. Es el entrenamiento de cuerpo completo que combina ejercicio aeróbico, agilidad y estrategia. También es un gran alivio del estrés que me mantiene mentalmente agudo para mi trabajo en oncología.
Pero mi viaje de acondicionamiento físico no se detuvo allí. En 2023, decidí tomar un desafío monumental: escalar el monte Kilimanjaro. La idea vino de un amigo cercano, así que aproveché la oportunidad de superar mis límites. Esta decisión marcó un punto de inflexión en cómo me acercé a la aptitud física.
La preparación para Kilimanjaro requirió un régimen de entrenamiento estricto. Como Cardio era clave, me encontré con mi rutina y la adopté, aumentando gradualmente de 3 millas a 10 millas varias veces a la semana. También agregamos entrenamiento con pesas para fortalecer la parte inferior del cuerpo, un elemento importante para el senderismo. Esta fue mi desviación de mi entrenamiento habitual centrado en el tenis, pero recurrí a la importancia de la capacitación cruzada para la aptitud general.
La subida en sí fue una prueba de resistencia y resiliencia mental. Todos los días plantea desafíos únicos, desde la selva tropical húmeda de la base hasta los paisajes estériles y rocosos cerca de la cumbre.
La noche de la cumbre fue dura. A partir de las 11 p.m. a temperaturas de congelación, fuimos guiados por nuestros faros y ascendimos a la oscuridad. La capacitación valió la pena. Mi tiempo de recuperación fue rápido y me sentí lo suficientemente fuerte como para continuar, incluso si otros necesitaban descansos más largos.
Este no fue solo un desafío mental y físico, sino también un propósito mayor. La caminata se organizó como una filantropía, y los ingresos apoyaron a las escuelas en África, agregando un profundo sentido de satisfacción al viaje.
Reforzó la idea de que la aptitud física no se trata solo de la aptitud física, sino también de preparar su cuerpo y mente para enfrentar desafíos de frente. Esta realización me motivó a abordar el campamento base del Everest un año después. El trekking demostró además cómo una rutina de acondicionamiento físico equilibrado puede prepararlo para los obstáculos más difíciles de su vida, con sus períodos más largos y condiciones más difíciles.
Estas experiencias han cambiado cómo veo la aptitud física. No es solo un medio de fines, es un compromiso de por vida con la salud y la felicidad. La aptitud física mejora el tiempo de recuperación, aumenta los niveles de energía y aumenta la claridad mental. Además, es profundamente personal y, aunque puede no funcionar para otros que se adapten a usted, la clave es encontrar las actividades que disfruta y ser consistente.
Para aquellos que comienzan un viaje de acondicionamiento físico, mi consejo es simple. Comience con objetivos pequeños y manejables y continúe pensando positivamente. Con el tiempo, a medida que mejora la aptitud, puede aumentar gradualmente la duración y la dificultad de sus actividades.
La aptitud física también es una herramienta poderosa para la longevidad y la prevención de enfermedades. La investigación muestra que el ejercicio regular puede reducir el riesgo de enfermedad cardíaca, mejorar la función cognitiva e incluso retrasar la demencia. Estos beneficios son “Kilimanjaro” personales de los hitos que valen la pena, independientemente de la edad o el nivel de condición física actual.
Mirando hacia atrás en mi propio viaje, ahora estoy agradecido por la frase swahili “PolepolepolepolePole”. Significa “lento, lento”. Este mantra que nuestra guía repitió a lo largo de la escalada enfatiza la importancia de caminar. Ya sea que suba una montaña o comience una rutina de acondicionamiento físico, el progreso requiere tiempo y paciencia.
Mirando hacia el futuro, estoy emocionado de seguir desafiándome físicamente. Mi próxima aventura probablemente presentará un trekking a través del borde del Gran Cañón en el borde y la escalada del Monte Denali. Cada nuevo objetivo refuerza la idea de que la aptitud física no es un destino, sino un viaje que refuerza todos los aspectos de la vida.
Como oncólogo de unos 50 años con un horario ocupado, si puedo cambiar mi estado físico y lograr estos hitos, entonces también puede hacerlo. La clave es hacer de la aptitud física una prioridad, mantenerse comprometido y no dejar de creer en su capacidad para mejorar.
El Dr. Ashish Dalal es hematólogo y oncólogo médico certificado por la junta del Instituto de Cáncer de Health First.
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