Una encuesta realizada por el Comité de Comercio Ferido de Japón (JFTC) determinó que los representantes hoteleros celebrarían reuniones mensuales para compartir información sobre el negocio, incluida la ocupación de la habitación, las tarifas interiores promedio y los planes de precios futuros.
El JFTC concluyó que los argumentos ejecutivos podrían haber afectado las tarifas nocturnas, pero concluyó que el hotel no había declarado que había formado un cartel para inflar las ganancias.
Aún así, dijo que consideraría compartir dicha información de precios como un vinculante irrazonable del comercio bajo las leyes anti-masas y emitiría una advertencia a los operadores contra la formación de un cartel.
La propiedad en el nombre incluía algunas de las marcas de hospitalidad más emblemáticas de Japón, incluidos Imperial Hotel, New Otani, Keo Plaza, Hotel Okra Tokio, Palace Hotel, Zaeb Prince Hotels Worldwide y Fujita Kanji.
En una declaración emitida en Asia esta semana, Imperial Hotel dijo que aún no ha recibido una notificación oficial del JFTC, pero que “está muy en serio en problemas”.