La investigación histórica muestra que el estilo de vida y los factores ambientales tienen un impacto mucho mayor en el riesgo de muerte temprana que la genética.
Los nuevos hallazgos publicados en Nature revelan que nuestras opciones de entorno y estilo de vida son casi diez veces más importantes que nuestros genes, con fumar y el estado socioeconómico que muestra el mayor impacto en la mortalidad.
Los investigadores analizaron datos de casi medio millón de participantes en el biobanco del Reino Unido para determinar los factores que más afectan el envejecimiento biológico.
Los científicos han identificado 25 factores de estilo de vida y ambientales asociados con la mortalidad y el envejecimiento biológico.
La modificación de los factores de riesgo para el envejecimiento incluye el consumo de queso
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De estos, 23 se consideran enmendables y brindan esperanza para la intervención. Ellos son:
Consumo de queso Ingesta de la piel Año del empleo Estado del empleo Feel Feeling Fitness Dificultad financiera Uso Historia de la historia Lentos Actividades de ingresos del hogar Use tipos de tabaquismo (es decir, hogar, apartamento, casa móvil, etc.) en un tipo de tabaquismo residencial (es decir, hogar, apartamento, casa móvil, etc.)
Fumar y el estado socioeconómico tuvieron la influencia más potente en el riesgo de envejecimiento y enfermedad, seguido de actividad física y condiciones de vida.
Otros factores incluyen el consumo de queso, el año de educación, el estado laboral y la frecuencia de la fatiga.
Austin Argentieri, el primer autor del estudio, dijo a Medical News Today:
Los investigadores utilizaron sus propios “relojes envejecidos” para medir la edad biológica basada en marcadores moleculares en lugar de la edad.
En este estudio, el 17% de la variación en el riesgo de muerte se atribuyó a factores ambientales, en comparación con <2% debido a predisposiciones genéticas para 22 enfermedades principales.
Fumar solo se asoció con 21 enfermedades, mientras que los factores socioeconómicos y la frecuencia de fatiga se asociaron con 19 enfermedades.
Fumar tuvo el mayor impacto en las tasas de mortalidad.
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La exposición ambiental tuvo un gran impacto en las enfermedades pulmonares, cardíacas y hepáticas. El riesgo genético seguía siendo dominante para la demencia y el cáncer de mama.
El Dr. Argentieri dijo: “Esto muestra que nuestro medio ambiente y nuestro estilo de vida son casi diez veces más importantes para explicar el riesgo de muerte que la predisposición genética a las causas importantes de la enfermedad”.
“Este estudio debería esperar que el envejecimiento no haya sido predeterminado por completo en nuestros genes, pero eso está formado en nuestro entorno”.
Destacó la posibilidad de intervenciones de salud pública dirigida a factores de riesgo modificables.