Dejé de usar mi Apple Watch hace unas tres veces. Los relojes de fitness son una gran herramienta para la mayoría de los corredores, pero no son para mí, especialmente cuando no estás entrenando para una carrera en particular.
Para mí, veo que hay una clara libertad para hacerlo sin un plan de entrenamiento. Después de años de rastrear programas estructurados para ritmo específico, distancia y tipos de entrenamiento, aprendí a apreciar el arte de la carrera intuitiva.
La alegría de correr sin vigilancia
La decisión de tirar mi reloj de carrera fue consciente. Insoportable por ritmo, distancia o frecuencia cardíaca. En cambio, desarrollé una conexión más profunda entre los ritmos y señales naturales de mi cuerpo. Mido mi viaje en millas o minutos, con más medidas con puntos de referencia, patrones de respiración y esfuerzos percibidos. Mi cuerpo se ha convertido en mi métrica más confiable.
Cómo correr sin un plan de entrenamiento
Sin datos digitales, nos centramos en tres métricas clave:
Presta atención a tus patrones de respiración
Mi aliento se convirtió en mi velocímetro personal. El ritmo “bueno” significa respirar por mi nariz y mantener una conversación cómoda. Cuando quiero empujar un poco, me respiro con más fuerza, pero nunca hasta el punto de que no puedo juntar algunas palabras juntas. Este gobernador natural me mantiene honesto sobre mi nivel de esfuerzo.
Escuche los comentarios de su cuerpo
Presto atención a cómo llevo mis pies al suelo, ya sea que mis pies estén relajados y si mi forma se siente fluida o no. Estas señales físicas me dicen más sobre mi calidad de carrera que cualquier reloj GPS. Sé que me estoy moviendo bien cuando mis pasos se sienten ligeros y cuando mi postura es alta.
Tenga cuidado con las señales de recuperación
Quizás lo más importante, estoy escuchando cómo se siente mi cuerpo el día después de la carrera. La fatiga muscular suave está bien, pero las puntas para el dolor en las articulaciones y la fatiga excesiva significan que necesito marcar. Esta atención a la recuperación me ayudó a evitar lesiones de manera más efectiva que cuando seguí un plan de entrenamiento estricto.
Beneficios de un enfoque “lento y estable”
Si la fecha límite de carrera no se acerca, realmente puedo aceptar mi enfoque “lento y constante” para correr. No estoy construyendo para un evento en particular. Estoy construyendo prácticas de carrera sostenible. Esto significa:
Que tengas un día realmente fácil (la mayoría de los días son días fáciles)
La distancia aumenta gradualmente con la sensación, no con la progresión forzada
Respeto por la recuperación tanto como ejecutar solo
Agregar fuerza solo cuando mi cuerpo se siente particularmente resistente y feliz
Los beneficios de la carrera intuitiva
Este enfoque más intuitivo cambió la relación con la carrera. Ya no hay presión para lograr un ritmo específico o un objetivo de kilometraje semanal. En cambio, cada carrera será una oportunidad para adaptarse a mi habilidad física en ese día en particular.
Esta no es solo mi mentalidad hippie, sino un verdadero truco de fitness para mí. He encontrado que es más consistente que nunca. Esto se debe a que no se queman al tratar de quedarse con horarios arbitrarios. Un día corro más y los otros días son más cortos. Un día me encuentro recogiendo mi ritmo naturalmente, pero otros están felices de seguir adelante con lo que se siente como un susurro.
Por favor, no me malinterpreten. Después de todo, sé que corrí seis maratones. Pero es genial para mantener su aptitud física y alegría. Estoy construyendo una base que me ayudará cuando decido entrenar para otro maratón. Más importante aún, cultivo prácticas sostenibles que puedo mantener en los próximos años.
La belleza de correr radica en su simplicidad. No hay dispositivos ni entrenamiento complicado. Yo, aliento y el camino por delante. A veces, menos estructuras conducen a la consistencia, y prestar atención a nuestros cuerpos nos recuerda que es más valioso que cualquier punto de datos que pueda ofrecer un reloj.