Puntos importantes
Un accionista de Tesla se ha aparecido ante Elon Musk. Depende del CEO cumplir sus promesas y enriquecerlas a ellas y a él mismo.
En la reunión anual de accionistas de Tesla (TSLA) celebrada ayer en Austin, Texas, los asistentes aplaudieron y corearon el nombre de Musk mientras un recuento mostraba que el plan de Musk, valorado en casi 1 billón de dólares, fue aprobado por más del 75% de los votos, lo que lo convierte en el plan de pago de CEO más grande de la historia. El entusiasmo de Tesla por su futuro como algo más que una simple compañía de automóviles superó las preocupaciones sobre la falta de barreras de seguridad en su plan salarial contra el riesgo de personas clave y la percepción de extralimitación que provocó el sarcasmo del Papa.
El paquete salarial le dará al director ejecutivo el control que buscaba, ya que poseerá el 25% de la empresa. Para desbloquear los 12 tramos de acciones de Tesla y obtener la mayor recompensa financiera posible, la compañía necesitaría alcanzar al menos 8,5 billones de dólares en capitalización de mercado y 400 mil millones de dólares en ganancias, y la compañía necesitaría cumplir objetivos de productos como 20 millones de entregas de automóviles, 1 millón de robots vendidos y 1 millón de robotaxis en funcionamiento. (Tesla tiene actualmente una capitalización de mercado de aproximadamente 1,3 billones de dólares y reportó ganancias en el tercer trimestre antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización de 4,2 mil millones de dólares.)
¿Por qué esto es importante?
Los resultados de la reunión general de ayer mostraron que los inversionistas están interesados en que Musk haga realidad sus ambiciones de convertir al fabricante de automóviles en un líder en robótica e inteligencia artificial, pero también resaltaron cierta renuencia a dar luz verde a una inversión en su startup privada de inteligencia artificial.
“Lo que nos estamos embarcando ahora no es sólo un nuevo capítulo en el futuro de Tesla, sino un libro completamente nuevo”, dijo Musk en su discurso de apertura anoche. Luego añadió: “Por favor, conserven las acciones de Tesla”.
El analista de Wedbush, Dan Ives, escribió ayer en un informe que los accionistas “aseguraron a Musk como director ejecutivo en tiempos de guerra a medida que se afianza la revolución de la IA”, lo que da a los analistas “una gran confianza en el futuro de la historia de TSLA”. Ives le dio a la acción una calificación de compra y mantuvo su precio objetivo a 12 meses sin cambios en 600 dólares, lo que implica un aumento de más del 40% respecto del precio reciente de la acción de 426 dólares.
Si bien los accionistas y la junta directiva de Tesla parecen ansiosos por que la compañía de automóviles eléctricos reconozca el potencial de la IA como competidor, han mostrado cierta reticencia a invertir en xAI, la empresa privada de Musk y rival de OpenAI. Los directivos de la empresa no se posicionaron a favor o en contra de la propuesta de los accionistas pidiendo al directorio que aprobara la inversión.
Y aunque más accionistas votaron a favor que en contra, muchos se abstuvieron de votar. Brandon Ehrhart, asesor general de Tesla, dijo en la junta de accionistas que la junta “considerará los próximos pasos”.


